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Bush avisa que la retirada de tropas aboca al sacrificio de miles de afganos

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Miembros de las fuerzas nacionales de Afganistán en un control en Herat. / EFE

«Las mujeres y las niñas van a sufrir un daño indescriptible» por parte de los talibanes, dice el presidente que ordenó invadir el país en 2001

El expresidente George W. Bush pocas veces se prodiga en entrevistas fuera de su país y por motivos ajenos a su fundación, salvo cuando durante la pasada legislatura lanzó una serie de aceradas críticas contra Donald Trump. Pero ayer rompió esa regla ante la televisión alemana, con motivo de la visita hoy de la canciller Angela Merkel a Washington, para lamentar la retirada de las tropas aliadas de Afganistán.

El mandatario estadounidense que ordenó la invasión del país en 2001 tras los atentados contra las Torres Gemelas denunció que la población queda a partir de ahora a merced de la ofensiva talibán y consideró que mujeres, niñas y todos los afganos que han trabajado para la fuerza multinacional «van a ser abandonados a su suerte y serán sacrificados por esta gente tan brutal». Bush enfatizó sobre todo que «las mujeres y niñas afganas van a sufrir un daño indescriptible» y «eso me rompe el corazón», confesó ante las cámaras de Deutsche Welle.

El expresidente, de 74 años, decretó la ofensiva en octubre de 2001 con el argumento de que los talibanes prestaban refugio a Osama bin Laden y altos jefes de Al-Qaeda, la organización que lanzó los aviones contra las dos torres citadas y el Pentágono el 11 de septiembre de 2001. Su sucesor, Barack Obama, mantuvo la presión, incluso más que su predecesor, ya que durante su mandato llegó a haber 100.000 soldados estadounidenses sobre el terreno. Y ahora ha sido Joe Biden el presidente encargado de retirar a las tropas. La inmensa mayoría ya ha salido del país y con ellas se marchan también el resto de ejércitos aliados de la OTAN. Para Bush, que citó específicamente a las fuerzas de la Alianza, esta retirada supone un error «porque las consecuencias van a ser increíblemente negativas».

Toma de puestos clave

Su pronóstico parece cumplirse. Los insurgentes anunciaron ayer la toma de control de un puesto fronterizo clave con Pakistán en la localidad de Vish después de ocupar importantes distritos afganos y otras dos aduanas –una de ellas con Irán– sin una gran resistencia en contra. Las fuerzas de seguridad gubernamentales se muestran débiles y sin coordinación, hasta el extremo de que en algunas ciudades estratégicas sus miembros han preferido huir. Pakistán, por su parte, ha advertido que cerrará las fronteras para evitar una oleada de refugiados. Acoge a más de 1,3 millones de afganos desde el inicio de la larga contienda.

El Ejecutivo de Kabul mantiene silencio salvo para ofrecer el número diario de bajas enemigas. Ayer informó de 15 insurgentes fallecidos. Mientras, los líderes talibanes han hecho saber a Rusia que su interés se centra en Afganistán y que no llevarán la guerra más allá de sus fronteras.

Casi 1.500 migrantes han muerto en el Mediterráneo desde enero

Alrededor de 1.150 personas han muerto en este primer semestre cuando intentaban llegar desde África a las costas de Europa a través del mar Mediterráneo y el océano Atlántico. La cifra es dos veces superior a la registrada en el mismo periodo de 2020 y alerta de un recrudecimiento del fenómeno migratorio que quedó parcialmente en suspenso por la pandemia y los estrictos cierres de fronteras durante el año pasado.

Pese a lo abrumador de las cifras, las ONG elevan la estadística en varios cientos de fallecidos. Es el cálculo que hacen en función de los ‘naufragios fantasma’: aquellos que se producen en el anonimato del mar porque sus víctimas ni siquiera pudieron dar la alerta. Algunos de ellos se conocen por la aparición de restos humanos o de embarcaciones a posteriori o por las denuncias de allegados de los fallecidos.

En total, se han contabilizado 1.146 personas ahogadas desde enero frente a los 513 decesos confirmados durante el primer semestre de 2020. La organización afirma que este elevado número de muertes confirma una vez más a las rutas migratorias marítimas en el Mediterráneo entre las más peligrosas del mundo.

El informe destaca que la cifra de migrantes que ha intentado saltar de África a Europa es un 58% mayor y denuncia la «insuficiente cantidad» de operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo y la ruta atlántica de África a Canarias.

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