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Un fuerte temporal ha azotado con una virulencia inusitada Alemania y, en menor medida, Bélgica, los Países Bajos y el este de Francia. En Alemania, el balance es de 80 muertos y 1.300 desaparecidos.
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El oeste de Alemania, especialmente los estados de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país con 18 millones de habitantes, y Renania-Palatinado, con cuatro millones, ha sido el más castigado. En la ciudad Bad Neuenahr-Ahrweiler, 1.300 personas han desaparecido, según ha indicado la Administración regional. Las evacuaciones han sido masivas en las aldeas de Schweinheim, Flamersheim y Palmersheim en Renania del Norte-Westfalia.
En Bélgica, las provincias del sur y el este han padecido las consecuencias más graves de las tormentas. La provincia belga de Lieja es donde se han contabilizado la mayor parte de la quincena de fallecimientos. Valkenburg, la ciudad de Chaudfontaine y Limburgo, en Lieja, han tenido que ser evacuadas. Los residentes de Lieja que viven cerca del río Mosa abandonaron sus hogares.
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