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El Gobierno británico planea eximir de la cuarentena a los viajeros vacunados

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Turistas británicos esperando para regresar / EFE

El confinamiento sería reemplazado por pruebas PCR para los ciudadanos inmunizados que regresen de destinos ‘ambar’, como España, Italia y Grecia

Las ansiadas vacaciones de verano de sol y playa parecen estar cada vez más cerca para los británicos. El Gobierno de Boris Johnson estudia la posibilidad de eximir de la cuarentena obligatoria a los ciudadanos que regresen de destinos catalogados en la conocida como «lista ámbar», entre los que se encuentra España, Italia o Grecia, pero que hayan recibido la pauta completa de vacunación. El ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha confirmado que los detalles podrían anunciarse esta misma semana.

Reino Unido ha elaborado un sistema de semáforos para clasificar los viajes internacionales según su grado de seguridad desde el punto de vista sanitario. Mientras que los destinos «verdes» no tienen restricciones y las llegadas desde los «rojos» implican una cuarentena obligatoria en un hotel pagado por el propio viajero, los «ámbar» —entre los que se encuentran los países europeos— requieren un encierro en casa de hasta 10 días y la realización de al menos tres pruebas PCR: una antes de viajar, y otras dos en los días 2 y 8 de la cuarentena. La lista se revisa cada tres semanas.

Para muchas familias británicas que huyen del húmedo verano inglés a destinos como Tenerife o Benidorm, el coste de este proceso (hasta mil libras para una familia de cuatro personas), es inviable. Por eso el anuncio del Gobierno se espera con tanta ansiedad. Especialmente ahora que resulta cada vez más claro que el Ejecutivo no tiene planes para añadir nuevos países europeos en la próxima revisión de la lista verde, que ahora mismo solo acoge a once países o territorios, entre ellos Australia, Gibraltar o Islandia.

Según los planes que baraja el Gobierno, la cuarentena se sustituiría por pruebas de antígenos diarias. Se estudia también la posibilidad de que las personas que hayan recibido las dos dosis tampoco tengan que aislarse después de haber sido contacto de una persona que haya dado positivo.

Hancock quiere que la vacuna «devuelva algunas de las libertades que han tenido que ser restringidas para que la gente estuviera segura», según ha dicho en una entrevista con Sky News. El pasado lunes estaba marcado en la agenda como el día que el país regresaría a la normalidad. El 21 de junio debían haberse levantado todas las restricciones que aún penden sobre la vida de los británicos, como el cierre de locales de ocio nocturno o la prohibición de reuniones privadas en interiores de más de seis personas. Sin embargo, el avance de la variante Delta, que se originó en la India, y que ha tenido un crecimiento exponencial en Reino Unido, ha obligado a las autoridades a echar el freno. La próxima fecha en el calendario es el 19 de julio y, esta vez, opina Hancock, el pronóstico es muy optimista.

Presión de la industria

Las autoridades han acelerado la campaña de vacunación, y han adelantado las segundas dosis —previstas en principio a las 12 semanas de haber sido administrada la primera— para millones de personas. El posible y esperado anuncio podría servir además de acicate para los que aún dudan sobre la utilidad de la inmunización. La vacuna es muy eficaz contra la variante Delta, y los nuevos casos, que rozan los 10.000 diarios, se producen fundamentalmente entre personas jóvenes aún no vacunadas o entre aquellos que solo tienen la primera dosis. Las hospitalizaciones no se han disparado y las cifras de muertes siguen siendo muy bajas.

La industria turística lleva meses presionando al Gobierno para que relaje las restricciones a los viajes internacionales y hoy aerolíneas como EasyJet, British Airways u operadores turísticos como TUI tienen previsto manifestarse ante el Parlamento de Westminster para expresar su «desesperación» y pedir al Ejecutivo que extienda el apoyo financiero.

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