Skip to content

Los conservadores alemanes presentan programa electoral modernizador y climático

[ad_1]

Angela Merkel y Armin Laschet, candidato de la CDU. / EFE

No piensan subir ni un solo impuesto, pero no aclaran como piensan financiar sus promesas

Con un programa electoral que promete un «empujón modernizador» para afrontar los efectos de la pandemia de coronavirus y una consecuente protección del clima y el medio ambiente, los conservadores alemanes, la Unión de cristianodemócratas (CDU) y socialcristianos bávaros (CSU) se lanzaron este lunes a renovar su mandato de gobierno tras el fin de la era de Angela Merkel en la Cancillería Federal con motivo de los comicios legislativos del próximo 26 de septiembre. «Combinamos una consecuente protección del clima con fortaleza económica y seguridad social», dijo Armin Laschet, presidente de la CDU durante la presentación del programa de la Unión en Berlín. «Ofrecemos seguridad y cohesión durante el cambio», afirmó el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia y hombre que aspira a suceder a Merkel al frente del ejecutivo en la capital alemana. «Programa para la estabilidad y renovación – Unidos por una Alemania moderna» lleva por título el documento de 138 páginas que fue aprobado unánimemente este lunes por las ejecutivas de CDU y CSU a solo 100 días de los comicios generales.

El programa de los conservadores germanos se diferencia notablemente de los presentados hasta ahora por sus actuales socios socialdemócratas (SPD) en la gran coalición y la oposición verde y de La Izquierda. Ni una sola subida impositiva y ni hablar de impuestos patrimoniales. Y en cambio, una reforma fiscal que beneficiará a las empresas, desmantelamiento total de la llamada tasa de solidaridad con la que se ha financiado durante las tres últimas décadas la reconstrucción de Alemania Oriental e incluso descargas fiscales para las personas de pequeños y medianos ingresos. Una arriesgada apuesta por el simple y llano crecimiento económico para financiar el relanzamiento y modernización del país una vez superada la epidemia de Covid-19. La Unión apuesta por la experiencia de los últimos años, con ingresos fiscales explosivos si cuadran las condiciones marco. No se trata de gastar, sino de administrar de manera organizada.

Sin embargo, durante la rueda de prensa de presentación del programa, ni Laschet ni Markus Söder, presidente de la CSU y primer ministro de Baviera hicieron mención del gigantesco plan para Alemania que hace pocas semanas parecía ser el centro de la iniciativa modernizadora del candidato conservador a la Cancillería Federal. Eso sí, Laschet y Söder desplegaron un catálogo de medidas medioambientales para poner freno al cambio climático que parecen redactadas para engatusar a Los Verdes. Desde el fomento de la energía fotovoltaica, al desarrollo de tecnologías de almacenamiento para energías renovables y el uso del hidrógeno, el saneamiento ecológico de viviendas o subvenciones para aquellas empresas que apuesten por la máxima eficiencia energética. Habrá también más dinero para los ferrocarriles, la digitalización, el ejército federal y la ayuda al desarrollo, así como para la sanidad alemana, tras el esfuerzo realizado para afrontar la pandemia. Sus rivales del resto de partidos y los analistas políticos en Berlín se preguntan cómo piensan financiar tanto gasto suplementario.

Política migratoria

Además, en materia de seguridad interna prometen acelerar la expulsión de peticionarios de asilo rechazados, sobre todo de quienes hayan delinquido, y mano dura ante los clanes mafiosos familiares de origen árabe y turco que controlan el mundo criminal de las grandes ciudades alemanas. Y en política exterior y de seguridad se comprometen a cumplir con el objetivo del 2% de gasto militar presupuestario que reclama la OTAN y a mantener un tono crítico frente a Rusia y China, sobre todo por sus violaciones de los derechos humanos, aunque CDU y CSU subrayan la necesidad de mantener el diálogo con sus respectivos gobiernos.

Laschet y Söder afirmaron que tienen también superada la fase de rivalidad y fuerte competencia que los enfrentó mientras la Unión decidía quien de los dos sería el aspirante a suceder a Merkel en el poder. «Esos diez días no nos han fracturado», dijo Söder, el perdedor del duelo que llevó a fuertes tensiones en el seno de los conservadores. «Tenemos una base humana muy estable», comentó el primer ministro bávaro sobre su relación con Laschet, frente al que «todo está aclarado y hablado» y al que piensa respaldar plenamente como candidato de la Unión en los próximos comicios.

[ad_2]

Ver Original